ARTE Y CULTURA, PUENTE DE ENLACE

Las sociedades del siglo XXI reclaman liderazgos auténticos, dirigentes preparados que tengan interés por servir y mejorar las condiciones de la gente. Los retos que se presentan son múltiples y por tal razón, es necesario que éstos tengan la capacidad trabajar en conjunto formando equipos en distintas disciplinas y sean gestores de metas en beneficio del bien común.

Quienes gobiernan el municipio deben ser concientes de que las problemáticas que se les presentan son serias, y que por ello deben actuar con la voluntad de ser mejores, teniendo en cuenta la tenacidad, la disciplina y la lealtad como normas de conducta, porque los representantes sin valores son como las construcciones con cimientos defectuosos que en cualquier momento se pueden colapsar.

Ante los estragos de la crisis global que ya repercute en todos los estratos sociales, resulta de vital importancia voltear la mirada a los valores esenciales del hombre como lo son la libertad, la justicia, la lealtad y también distinguir la importancia de los valores como el trabajo, la educación y el conocimiento.

Dentro de las acciones que resultan forzosas para brindar a los habitantes de Tizayuca mejores opciones de acercarse a la cultura, está la implementación de incentivos fiscales para promover la creación de industrias orientadas al desarrollo del ámbito cultural.

De tal forma, la generación de estadísticas, análisis y aplicación de políticas públicas relacionadas con las diversas expresiones culturales deben ser una prioridad en las reuniones de Cabildo. Por otro lado, se requiere coadyuvar en la generación de una cultura de remuneración a los creadores de productos artísticos, además de fomentar una serie de garantías jurídicas para proteger los derechos de autor.

Asimismo, es imprescindible que se ponga en práctica una política regional que facilite la promoción del desarrollo en la cultura que sirva como motor del avance económico. Las iniciativas para llevar a cabo una política encaminada a las ofertas culturales también deben formar parte de la agenda de trabajo que tienen los regidores de la entidad.

Sin caer en polémicas discusiones en torno a los valores y a los principios fundamentales, debemos recordar que las manifestaciones culturales y artísticas pueden permitir la construcción de un puente de enlace entre los seres humanos, a fin de que no se extravíen en los dilemas de la enajenación y la desesperanza que se respiran actualmente.